Tomar la decisión de reformar una cocina es un gran paso en las prestaciones de la vivienda y las comodidades del hogar. Es por ello que al diseñar una cocina es necesario tener una buena planificación en la que se incluyan desde los elementos más grandes y evidentes hasta los pequeños detalles que pueden marcar la diferencia en funcionalidad y estilo. Lo ideal para no dejar ninguna cuestión fuera de la planificación es contar con un equipo de interioristas expertos y con experiencia, como Obvio Bcn.
Al diseñar una estancia nueva, especialmente si queremos una cocina a medida, el primer paso es reflexionar sobre el estilo y la funcionalidad que queremos, en base a nuestras preferencias y al uso que le daremos a cada uno de los elementos. De esta manera, es importante decidir qué estilo debería tener la cocina: moderno, industrial, vanguardista, clásico, etc. Partiendo de este punto y, en cualquiera de estos estilos, determinaremos qué elementos grandes queremos que incluya y cuáles serán los materiales de cada superficie.
Si no sabemos por dónde empezar, lo mejor es consultar un catálogo de proyectos de interiorismo que incluya imágenes detalladas de cocinas reformadas. Comenzaremos observando el aspecto en general y, encontraremos alguna que nos atraiga, fijándonos en detalles como acabados del mobiliario, accesorios de almacenaje, etc.
Los elementos básicos de la cocina
Comenzaremos por decidir si incorporaremos o no una isla o península, de qué zonas de trabajo dispondremos, dónde se colocará una mesa y dónde una encimera, dónde se ubicarán los electrodomésticos y qué características tendrán, si nos gustaría disponer de mobiliario auxiliar de cocina, etc.
El uso que se le dará a cada espacio es la clave para elegir qué equipamiento incluir, y el estilo que hayamos elegido nos servirá de guía para tomar estas decisiones. Por ejemplo, no es lo mismo una cocina amplia que da servicio y en la que trabajan varias personas, en la que se come, se cocina y se socializa; que una cocina pequeña a la que se da poco uso y que da servicio a una única persona. La usabilidad determinará las necesidades prácticas del espacio y, por tanto, condicionará los accesorios que requiere la cocina para cumplir su función.
Mobiliario de cocina funcional y de diseño
Una vez tomadas las decisiones básicas como la ubicación de cada uno de los elementos principales, es el momento de tomar decisiones sobre los productos concretos –iluminación, cerámicas, encimeras, armarios, sanitarios, mobiliario, grifería…– y los materiales.
Lo ideal es elegir muebles a medida y con materiales de calidad. Aunque supongan una mayor inversión, son garantía de una mayor resistencia, practicidad y durabilidad.
Los materiales de la marca Arrital, cuyo proveedor en Barcelona es Obvio Bcn, aúnan la calidad de los materiales con el diseño contemporáneo para cocinas reformadas con estilo y pensadas para durar.
Cómo elegir el almacenaje de cocina
Las soluciones de almacenaje para la cocina son determinantes para su uso en el día a día.
Los armarios deben ir hasta el techo o el suelo y se debe evitar que haya huecos en los que se acumule la suciedad o que sean difíciles de limpiar. De la misma manera, los materiales deben ser resistentes, pero también prácticos para la limpieza, así que elegiremos puertas con características como la resistencia y la ligereza, pero con innovaciones como el tratamiento antihuellas, que facilitará que la cocina siempre esté perfecta.
La clave en el almacenaje de la cocina no está en cuántos centímetros hay, sino en cómo se aprovecha el espacio del que se dispone. Para aprovecharlo al máximo, es clave determinar dónde se guardará cada cosa, también teniendo en cuenta el uso que se le da a cada uno de los productos.
Decidir en qué armario se guardarán los platos y vasos, dónde será más cómodo disponer de las ollas y sartenes y en qué cajón irán los cubiertos es un primer paso. Después, podemos plantearnos cómo mejorar la accesibilidad de estos utensilios, eligiendo la incorporación de estantes, cajones o gavetas para aprovechar al máximo el espacio y optimizar el uso de la cocina. Por ejemplo, puede resultar mucho más práctico guardar las ollas en un cajón extraíble que en un estante, ya que podremos acceder más fácilmente a las que estén al fondo sin tener que mover las de delante.
También podemos incorporar accesorios específicos para guardar los cubiertos optimizando al máximo el espacio y minimizando el desorden o accesorios para guardar las sartenes o los platos de forma ordenada; lo que agilizará la localización del utensilio concreto que necesitamos.
Se trata, en definitiva, de tener en cuenta pequeños detalles que nos harán la vida más fácil y que marcarán la diferencia a nivel práctico una vez comencemos a usar nuestra nueva cocina.
